La brecha digital en las TIC y las mujeres
Un estudio hecho recientemente en Cataluña, por el Observatorio de la Igualdad de Género, demuestra que las mujeres han incrementado el uso y la ocupación en las TIC durante y a partir de la pandemia.
En cuanto al uso de las nuevas tecnologías, el aumento ha sido del 20% más que los hombres. Aumento significativo por la búsqueda de información referente a la salud.
Un 10% más que los hombres en materia de formación online haciendo uso de las herramientas de comunicación, relacionándose más, tanto con el profesorado o como con el alumnado.
Sin embargo, respecto a la elección de formación, las mujeres escogen menos de un 10% una profesión relacionada con las TIC.
La elección de las mujeres en sus estudios está encabezada por formación en sanidad (32,1%), servicios socioculturales y para la comunidad (23%), administración y gestión (16,1%), comercio y marketing (6,8%), imagen personal (5,4%) y hoteleria y turismo (3,6%). Las materias relacionadas con las TIC ocupan el séptimo lugar con un 2,6%
En el ámbito universitario, las mujeres siguen siendo menos en carreras como la arquitectura o la ingeniería.
Que decir en sectores como la comunicación, edición, televisión y radio, incluídos los programas informáticos, en los que la brecha es del 32,8% las mujeres frente a un 67,2 los hombres.
Los estereotipos y las tradiciones siguen siendo barreras culturales. Se presupone que el sector de las TIC es más «para hombres» y que las mujeres encuentran más problemas en la conciliación de la vida familiar y laboral.
La Ley de Igualdad efectiva entre hombres y mujeres ampara el empoderamiento de las mujeres para aportar todo el talento y potencial para el cumplimiento de las directrices de los ODS de la Agenda 2030 de la ONU.
En el Día Internacional de las Niñas en las TIC (decidido en 2010 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones el organismo de Naciones Unidas), 3W2 se hace eco de la desigualdad existente, aún a día de hoy, pasados más de diez años, y nos marcamos como objetivo alentar a otras mujeres a participar de forma activa en materia de tecnología de la información y la comunicación y así educar a nuestras hijas motivándolas a ser profesionales de sectores tecnológicos en ámbitos diversos.